En los últimos años, hubo un aumento en la frecuencia y en la intensidad de las olas de calor en todo el mundo, y el Nordeste de la República Argentina no es la excepción. Una investigación realizada por Eugenia Zampar, estudiante de la Licenciatura en Geografía de la Facultad de Humanidades de la UNNE, logró determinar la distribución espacial de las olas de calor y su evolución durante los últimos 32 años en el Nordeste Argentino.
El estudio cuyo título es “Distribución espacial de las olas de calor en el Nordeste Argentino y su evolución a lo largo del periodo 1990 – 2022”, indagó sobre la frecuencia, duración y la intensidad de las olas de calor, para conocer algunos de los impactos sobre la población y sobre las actividades que se realizan.
Las olas de calor se producen cuando la temperatura del aire alcanza niveles extremadamente altos durante un período de tiempo superior a los 3 días y abarcando una región bastante extensa (haber registrado la ola de calor en 3 estaciones meteorológicas o más).
Con la co autoría de la doctora Patricia Snaider, Profesora Titular del Seminario de Fisiografía y adjunta de Climatología, ambas asignaturas del Departamento de Geografía de la Facultad de Humanidades, UNNE, la investigación tuvo conclusiones interesantes. Este tema es además la tesis de Eugenia Zampar, donde la doctora Snaider es su directora.
En la Región NEA se registraron 27 olas de calor entre 1990 y 2022, de los cuales 9 han tenido una menor duración y menor cobertura espacial.
En ese período se destacaron 3 olas de calor: enero 2006; enero/febrero 2014 y enero 2022, porque fueron las más extensas (abarcaron la mayor superficie del área de estudio); duraderas e intensas.

Con respecto a la de enero de 2022, es la ola de calor que marcó el récord en la serie histórica ya que registró altos valores térmicos (44,5ºC) en Las Lomitas y fue la más larga del período analizado.
Según lo señalado por las investigadoras en base al estudio realizado, las olas de calor fueron incrementándose a lo largo de los años estudiados (1990-2022) en las provincias del NEA. Detectaron que los eventos fueron más largos, más intensos y abarcaron mayor extensión en relación a las anteriores.
Para la extrapolación de datos, también se tuvieron datos de las Estaciones Meteorológicas de Santiago del Estero, Concordia, Orán, Reconquista y Ceres. De esta manera se tenía una continuidad espacial en el comportamiento de las temperaturas.
El trabajo contó además con distintos tipos de fuentes: bibliográficas (libros específicos sobre el tema), como así también artículos científicos referidos a diversas olas de calor, tanto a nivel mundial como nacional, para poder definir la ola de calor en sí como los criterios para poder identificarla.
Se procesaron los datos a través de la utilización de técnicas de tratamiento estadístico: con los datos de las temperaturas máximas y mínimas diarias correspondientes al periodo cálido (octubre a marzo) se calculó el umbral para cada estación meteorológica (m