Luego de un par de sustos la selección norteamericana, Argentina se rearmó y el partido cambió por completo.
se tomó con calma la tarea ofensiva y acumuló pases en su línea de zagueros, sin clarividencia para romper el orden canadiense, que poco a poco también comenzó a generar peligro con acciones ofensivas veloces y precisas. En ese contexto Alphonso Davies tomó el mando de los suyos y sembró el caos en su banda izquierda. Llegó una y otra vez a línea de fondo para servir pases precisos al área. No obstante, la mejor ocasión llegó desde el costado contrario, con un centro de Larin y un cabezazo de Eustaquio que el Dibu repelió de forma milagrosa.
Canadá no tardó en reaccionar y llamó la atención la facilidad con la que volvió a generar peligro. Davies volvió a generar dentro del área pero la ocasión más clara fue para David, que falló un claro cabezazo cuando estaba totalmente liberado en el área. De la misma manera desperdició una opción Messi en el lado contrario cuando no pudo batir a Crépeau en otro mano a mano.
Scaloni no veía la situación nada clara y utilizó dos ventanas de cambios para dar un paso atrás. Primero metió a Lo Celso por Di María y después a Otamendi por Paredes con la intención protegerse ante los continuos intentos canadienses. Justo tras esa última sustitución Messi volvió a fallar ante el arquero, en la acción más sencilla de todas mandó la pelota fuera. Lautaro -que entró por Álvarez- se sumó al festival de errores con una definición fatal ante un Crépeau que se hizo gigante.
Finalmente, Argentina liquidó el choque cuando Messi recibió al borde del área con excesivos espacios. Ahí puso un balón en bandeja a un Lautaro que en este caso definió de primeras para celebrar el segundo tanto. Tres puntos para dar el primer paso hacia la siguiente ronda y esperar el duelo ante Chile.
